El colegio Priory es una de las historias cortas del personaje Sherlock Holmes. Fue escrita por Sir Arthur Conan Doyle y publicada dentro de la colección El regreso de Sherlock Holmes.
Argumento[]
Llega a Baker Street el doctor Thorneycroft Huxtable, y cae desmayado en el suelo. Había venido desde Mackleton, y estaba exhausto. Cuenta que ha desaparecido el único hijo del duque de Holdernesse. Huxtable es el fundador y director del colegio Priory. Hace tres semanas, el secretario del duque, James Wilder, fue al colegio para matricular a lord Saltire, el hijo del duque, de diez años. El 1 de mayo, el chico llegó al colegio y se adaptó bien. Se dice que el chico no era feliz en su casa, debido a la separación de sus padres. La madre se fue a Francia, y eso afectó a chico que su simpatía estaba con ella, y por eso el duque lo envió al colegio.
Se vio a lord Saltire por última vez la noche del lunes 13 de mayo y su cuarto estaba en un segundo piso. Su ventana estaba abierta y hay una hiedra bien sólida en la pared. Heidegger, el profesor de alemán también está desaparecido, su cuarto se encuentra en el mismo piso y se sospecha que bajó por la hiedra porque hallaron huellas, y su bicicleta tampoco está. Ya es jueves y no aparece. Se sabe que el día de su desaparición, Saltire recibió una carta de su padre. Holmes se molesta porque han dejado pasar mucho tiempo. Ya habían contratado policías para que investigaran de forma privada, porque el duque no quiere que esto se haga público. Pero las investigaciones no han llegado a nada.
Holmes, Watson y Huxtable van al colegio y ahí descubren que el duque y su secretario, Wilder, los están esperando. El duque acepta la ayuda de Holmes. Holmes examina el cuarto de Saltire y del profesor alemán, ve las huellas; se va solo a investigar la zona y vuelve con un mapa donde estudia los posibles caminos que pudo haber tomado el niño. Holmes concluye que el chico y el profesor tuvieron que ir al norte, por el páramo. Huxtable aparece y dice que hallaron la gorra de Saltire en el carromato de unos gitanos que fueron registrados.
Al otro día fueron a investigar los páramos y hallaron unas huellas de bicicleta. Pero Holmes dice que esas no son las ruedas de la bicicleta de Heidegger, sino otras. Van a inspeccionar en otro lado, y logran hallar las huellas de la bicicleta de Heidegger. Siguen el rastro y descubren que este se ha caído y vuelto a levantar, pero iba herido porque había mucha sangre coagulada. Más adelante encuentran la bicicleta manchada de sangre y a Heidegger muerto, con una herida en la cabeza. También se notan algunas huellas de vaca por el lugar. Holmes hace llamar a un campesino que estaba por ahí para que traiga a la policía. Holmes y Watson avanzan en la investigación, y Holmes cree que el chico tuvo que irse voluntariamente, y el profesor, al ver que el chico se iba, fue en su búsqueda en una bicicleta, tal vez porque el niño huía en algún transporte rápido.
Ahora, Holmes y Watson se dedican a seguir las huellas de la primera bicicleta que hallaron. Esto los lleva a una posada cercana llamada El Gallo de Pelea, donde el dueño era un tal Reuben Hayes. Antes de llegar, Holmes finge que se dobla un tobillo y le pide a Reuben algún transporte para poder movilizarse. Holmes dice que van a la mansión de Holdernesse. Reuben dice que había trabajado para el duque hasta que este lo despidió. Holmes le dice que están buscando a su hijo y que puede que lo encuentren el Liverpool. Luego de esa noticia, Reuben los deja pasar a la posada y cenar algo. Mientras estaban solos, Holmes examinó el lugar y vio unos establos. En los campos había huellas de vacas, pero no habían visto ninguna vaca. Holmes ve unos caballos y les levanta una pata para verla y se ríe al verla. Había un chico trabajando en una herrería. Luego Reuben los descubre y los hace irse de ahí por andar fisgoneando. Holmes sospecha que en esa posada está la respuesta. Al irse de ahí, subieron una pequeña colina desde donde veían la mansión Holdernesse y ven a un ciclista que venía de ahí, era el secretario James Wilder, que se dirigía a la posada.
Holmes ve que un coche con unos caballos sale de la posada, pero James se queda ahí. Parece que llega otro hombre y entra para hablar con James. Holmes se acerca, y con ayuda de Watson logra ver por una ventana alta. Luego se van rápido de ahí. Holmes envía unos telegramas en una estación y vuelven al colegio.
Al siguiente día van a la mansión de Holdernesse. Y ahí estaba James, pero hablan con el duque a solas. Holmes le recuerda que había una recompensa de cinco mil libras por hallar el paradero de su hijo y otras mil libras por decir quién es el culpable. Holmes le pide el cheque y le dice que si hijo está en la posada y que el culpable es él mismo. Holmes dice que lo vio anoche en la posada. El duque se derrumba y confiesa que James no tuvo la culpa de la muerte del profesor, fue Reuben Hayes quien lo mató. Por suerte, Holmes mandó telegramas para atraparlo y ya fue capturado. El duque dice que James es su hijo, lo tuvo hace mucho con una mujer que rechazó casarse con él porque arruinaría la reputación del duque. Luego, esa mujer murió y James descubrió su secreto, que si revelaba quién era, podía poner en una posición complicada a su padre. Por eso el duque lo mantuvo cerca, además de que su rostro le recordaba a la mujer que había amado. Pero James estaba celoso del nuevo heredero de su padre. Fue por James que el duque y su esposa se separaron. Por eso el duque envió a Saltire a ese colegio, para protegerlo de cualquier mal que James pudiera hacerle.
La carta que el duque escribió a su hijo, fue enviada por James, que cambió el contenido citando a Saltire en el bosque. James fue en bicicleta y le dijo a Saltire que la duquesa quería verlo. Solo debía ir al páramo en la noche y un hombre (Reuben) lo estaría esperando con un caballo para llevarlo. Pero fueron perseguidos por el profesor, al que Reuben mató de un golpe. James planeó todo eso porque quería la herencia de su padre. Por desgracia, el descubrimiento del cadáver de Heidegger dañó los planes de James, que le confesó todo a su padre. La noche que vieron a James ir a la posada, era para avisarle a Reuben que huyera, porque el plan fue frustrado. Esa misma noche, el duque estuvo en la posada y vio a Saltire, peor lo dejó ahí un tiempo más, por pedido de James.
Holmes manda a un lacayo para que vaya en busca de lord Saltire. Reuben probablemente será ahorcado. Holmes le recomienda al duque reanudar las relaciones con la duquesa. El duque dice que ya mandó una carta a ella y que James será enviado a Australia. Holmes dice que los caballos de Reuben estaban herrados con herraduras que tenían forma de pata de vaca, y pregunta al duque si esa idea fue de James. El duque le enseña una vitrina con esas herraduras que pertenecían a los antepasados de Holdernesse. Holmes termina este caso y ganó seis mil libras por resolverlo.
Adaptaciones[]
- "El colegio Priory", episodio de la serie Sherlock Holmes de Granada TV.