El problema final es una de las historias cortas del personaje Sherlock Holmes. Fue escrita por Sir Arthur Conan Doyle y publicada dentro de la colección Las memorias de Sherlock Holmes personal de las doce mejores historias de Holmes. Cuando la escribió, originalmente pensó que sería la última historia de Sherlock él miso deseaba pasar a otras actividades literarias.
Esta historia pone a prueba las habilidades de Sherlock Holmes cuando se enfrenta a la mayor mente criminal de Inglaterra (el profesor James Moriarty), que se ha esforzado repetidamente para matar a Sherlock Holmes .
Argumento[]
Una noche, Holmes visita al doctor Watson y se le encuentra más delgado y más pálido que de costumbre, con los nudillos de una mano ensangrentados. Holmes pregunta a Watson si alguna vez ha oído hablar del profesor Moriarty y Watson responde que no. Holmes explica que Moriarty es la fuerza organizativa central de una gran parte de la actividad criminal en la ciudad de Londres, y le describe a Moriarty como su igual intelectual y como el Napoleón del Crimen.
Holmes ha conseguido tejer una red alrededor de Moriarty y todos los miembros principales de su pandilla. Faltan unos días para que todo termine, y la banda será arrestada, pero un movimiento prematuro podría arruinar sus planes.
Moriarty, plenamente consciente de la acción planeada en su contra, se ha enfrentado a Holmes y le advirtió que retrocediera o sería aplastado. Después de esta entrevista, en la que Holmes no retrocedió, ocurrieron tres incidentes separados que casi le costaron la vida a Holmes.
Watson se compromete a acompañar a Holmes por el continente durante los pocos días que quedan antes de que se concluyan los arrestos. Holmes da instrucciones detalladas para el viaje de Watson a la estación al día siguiente y luego se va trepando por la pared trasera del jardín.
Por la mañana Watson llega a la estación sin ningún problema, pero Holmes no está en el compartimento que había mencionado la noche anterior. Un anciano sacerdote italiano entra a pesar de las protestas de Watson, pero justo cuando el tren se está preparando para partir, Watson escucha la voz de Holmes. El sacerdote no es más que un disfraz del detective.
Cuando el tren se aleja, Holmes señala a Moriarty corriendo hacia la plataforma. Para alejar a Moriarty de su rastro, Holmes y Watson salen en Canterbury pero permiten que su equipaje progrese en su viaje, dando a Moriarty algo que seguir.
Holmes y Watson van a Bruselas y después a Strassburg, donde Holmes recibe un telegrama que indica que aunque la cuadrilla ha sido asegurada, el propio Moriarty se ha escapado.
Holmes trata de persuadir a Watson de volver a Inglaterra por su propia seguridad; ahora que Moriarty está arruinado, se dedicará enteramente a la venganza contra él. Pero el fiel Watson se niega a dejar el lado de su amigo y los dos continúan viajando a Suiza.
Durante su estancia en Meiringen Holmes y Watson planean continuar hacia Rosenlaui con un pequeño desvío para ver las cataratas de Reichenbach, las cuales son un impresionante espectáculo natural.
Al salir de las cataratas, un niño se acerca a Watson y le da una nota. La nota parece ser del propietario del hotel que pide a Watson que regrese inmediatamente para ayudar a una mujer moribunda.
Watson sale para el hotel después de organizar para reunirse con Holmes esa noche en Rosenlaui. En su camino, Watson percibe una figura vestida de negro subiendo la colina detrás de él. Al llegar al hotel Watson se entera de que la carta es falsa y que no hay ninguna mujer enferma en el hotel. En ese momento se da cuenta de que la figura que vio fue la de Moriarty y que el chico suizo estaba trabajando probablemente para él.
Watson regresa corriendo a las cataratas y siente miedo al ver el bastón de Holmes apoyado contra una roca, pero sin señales de él. Watson encuentra dos pares de huellas que salen en el camino fangoso del callejón sin retorno, y luego descubre una carta doblada, dejada en la roca debajo de la caja de cigarrillos de Holmes. La carta es de Sherlock Holmes a Watson, en la cual escribe que está a punto de tener una batalla final con Moriarty. Holmes sabía que el mensaje era falso y decidió enfrentarse a su némesis.
Queda claro que durante la pelea que tuvo lugar entre Holmes y Moriarty, ambos cayeron a sus muertes en la cascada. La banda de Moriarty está condenada por las pruebas obtenidas por Holmes. Watson termina su narración diciendo que Sherlock Holmes era el mejor y el hombre más sabio que había conocido.
Curiosidades[]
- Sir Arthur Conan Doyle había pretendido que este fuera el último caso de Sherlock Holmes, y así lo mató en lo que consideró como un acto final de gloria. Sentía que las historias de Sherlock Holmes lo estaban distrayendo de trabajos más serios. Cuando estuvo mal económicamente, y vio el abrumador éxito de "El sabueso de los Baskerville" revivió a Holmes en "La casa deshabitada".
Adaptaciones[]
- "The Final Problem", corto de 1923, perteneciente a la saga de 1921 protagonizado por Eille Norwood y Hubert Willis.
- "El problema final, episodio de la serie de 1984, finalizando la segunda temporada de la misma, con Eric Porter como Moriarty.
- El episodio "La Caída y el Auge de Sherlock Holmes" de la serie Sherlock Holmes en el siglo XXII es una continuación directa de este relato.
- La película Sherlock Holmes: juego de sombras (2011) usó "El problema final" como inspiración, aunque con una historia completamente independiente, aunque termina con la pelea entre Holmes y Moriarty cayendo por las cataratas de Reichenbach.
- El episodio "La caída de Reichenbach" de la serie Sherlock se basa en esta historia. "La novia abominable" también toma algunos elementos, como la batalla en la catarata. Además, el último episodio de la cuarta temporada recibe de título "El problema final".
- El episodio "Heroine" de la serie Elementary cuenta la batalla final de Sherlock contra Moriarty