Si normalmente rompo lanzas a favor de Elementary, el episodio The One that Got Away merece una nueva ocasión. El episodio complementa a la perfección el anterior, sumergiéndonos más en la trama que llevamos teniendo desde el episodio de inicio de temporada. SPOILERS dentro y tal. Por si acaso lo aviso.
Adelbert Gruner
La otra vez lo puse entre paréntesis. No obstante, el propio Sherlock confirma este diminutivo en el episodio. Gruner ha sido un personaje en la sombra esta temporada. Sherlock hace notar todos los procesos por los que Joan Watson pasó para ser contratada, incluyendo entrevistas. El móvil que recibió es la clave de todo: Gruner la llama en ese momento para despedirla, e ir un paso por delante.
Al igual que en "El cliente ilustre" (no olvidemos que este episodio, junto al anterior, se basan en ese relato), Gruner va siempre un paso por delante, disfrutando del juego para que sepan que no pueden ir a por el. Aunque algo le termina delatando, poniéndole en el punto que Joan necesitaba.
Los orígenes de Holmes y Kitty
Poco sabíamos de cómo se conocieron Holmes y Kitty, salvo que él recurrió a ella en cierta ocasión para resolver un caso. Aquí vemos detalladamente sus encuentros: la Kitty que miraba hacia abajo y no podía mirar a un hombre a la cara (mencionado en Terra Pericolosa), sus orígenes con Sherlock, incluso que el detective fue despedido del MI6 bastante antes de que Holmes decidiera volver a Nueva York.
La última escena del episodio, un flashback también, nos regala una de las escenas más emotivas de toda la serie que yo recuerde: tras haber discutido, ella vuelve justo en el momento en que Holmes estaba a punto de derrumbarse y caer nuevamente en las sustancias dopantes.
El cliente ilustre
Kitty nos ha mostrado su faceta más oscura. Aunque realmente no es ella, es capaz de idear un plan para atrapar a Gruner, algo que logra, y (volviendo a la hemeroteca, gracias a la solución de nuez moscada) planea cometer las mismas torturas del hombre contra ella, que también deja verse tal como és, y luego eliminar su cuerpo.
Pero no olvidemos que Sherlock es el más inteligente de la serie. Con permiso de Watson, pero el detective siempre tiene un as en la manga para ir a su libre camino, y logra evitar que Kitty haga lo mismo que él planeó hacer con M (en el episodio... M). De forma que, en un gran homenaje al relato original, Kitty "se contenta" con desfigurar el rostro a su agresor, y en otro guiño, Joan encuentra un libro oscuro que pertenecía a Gruner. El remate es la conversación de Kitty con Sherlock antes de su despedida.
Valoración
No voy a ocultarlo: me da pena que Kitty se vaya. Ha sido un buen personaje, aprovechado en su justa medida, una nueva amiga para Sherlock, a quien le escasean estos (y por mucho que lo niegue Joan, la veré como si fuera hija de Holmes y Watson). Un episodio emocionante, una batalla de inteligencia, resuelta del modo más curioso, y que deja un buen sabor de boca. Un sabor de boca con sabor a café: delicioso pero amargo. Aunque me alivia que esto se haya resuelto así. Ya comprobé, hace una semana, que en Hemlock Kitty no aparece. Temí que Gruner terminara lo que empezó. Y al menos el personaje ahora queda en paz. Un 10.